Las amistades ya de por sí son lo suficientemente complejas como para agregarles otra capa, trabajar con tus amigxs no siempre es una tarea fácil. A pesar del cariño y confianza que hay de por medio, tarde o temprano los obstáculos pueden surgir. Ahí te van 3 tips de lo que hemos aprendido en el proceso para tener una relación sana con tu equipo de trabajo, cómo evitar problemas o cómo tratarlos.
Un dato bastante interesante acerca de PYMO, es que sus fundadoras, antes de convertirse en compañeras de trabajo, tenían ya una relación personal entre ellas. Andi es la mejor amiga de Fefe; Pao es la hermana de Andi… por ende, las tres siempre han sido muy cercanas.
Al crear PYMO, estas tres mujeres increíbles se enfrentaron a un reto enorme: cómo cuidar su amistad y relación personal, al mismo tiempo que construían, de la mano, la empresa social más espectacular de México. No fue fácil.
Es importante comprender que hoy en día, tener unas buenas relaciones laborales dentro de tu negocio puede llevarte a alcanzar metas de crecimiento y cumplir con tus objetivos, ya que se crea un vínculo entre la empresa, los trabajadores y los colaboradores que fomentan la productividad. La mayor parte del tiempo lo pasamos enfocados en nuestro trabajo; es por eso que la calidad del ambiente laboral y la relación que se tenga con el resto del equipo tiene consecuencias enormes en las ganas y la motivación para garantizar el éxito de las personas de forma individual y de la empresa, de manera global.
Teniendo en cuenta lo anterior, nuestras founders proponen 3 tips para crear relaciones sanas con las personas de tu equipo, y así lograr que la convivencia en el trabajo sea increíble:
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- No festering: esa palabra quiere decir “darle vueltas y vueltas a algo en tu cabeza”. En lugar de guardarte las cosas, por más chiquitas o grandes que sean, siempre es bueno decirlas en el momento. Esto no tiene por qué involucrar un conflicto o drama; los mejores líderes y equipos responden con el cuidado, la puntualidad y la comunicación directa que se necesita para resolver cualquier problema. No tiene por qué ser complejo porque, en la mayoría de los casos, lo mejor es una conversación simple y directa.
- No interrumpas: cuando la gente nos está contando algo, –sobre alguna idea, propuesta o cualquier tema– normalmente nuestro cerebro empieza a pensar en qué es eso que vamos a contestar; esto, muchas veces genera interrupciones que pueden llegar a ser un poco irrespetuosas. En lugar de hacer esto, hay que escuchar y después pensar, para no interrumpir y que esa persona se sienta entendida.
- No lo hagas personal: La única forma de que una relación crezca es pudiendo tener las conversaciones difíciles; el no tomarte las cosas personalmente, ayuda a que puedas hablar de lo que sea y se pueda alimentar una relación de forma sana (sin que sea ni tantito tóxica).
Estos consejos no sólo aplican para las relaciones laborales, sino para cualquiera dentro y fuera del trabajo. Intenta hacer el ejercicio de tomar en cuenta estas tres cosas durante una semana, y observa cómo mejorará tu relación con tu equipo, seres queridos, y toda persona que sea parte de tu vida.
En otros temas, el tener una relación sana contigo mism@ tiene una influencia enorme en tu relación con las demás personas a tu alrededor… ¿Quieres leer acerca de la salud mental en el mundo del emprendimiento? Lee este blog increíble.