Cada vez son más las empresas que buscan formar parte de la responsabilidad social, ampliando así su percepción de lo que verdaderamente significa el éxito y estableciendo que este no sólo se basa en el crecimiento sino en el impacto. A grandes rasgos: la responsabilidad social se entiende como la obligación de cualquier empresa por perseguir metas tanto alcanzables como a largo plazo con las que busquen el bien social, ambiental e interno dentro de su compañía. Básicamente se trata de las empresas que implementan el modelo ESG (si te quieres volver un experto en este tema tenemos muchos blogs posts que puedes leer) con la intención de provocar un efecto positivo en todas las áreas posibles. Ser una empresa socialmente responsable no se trata de hacer lo mínimo indispensable para mantenerse dentro del marco legal como una “buena” empresa, sino de plantear verdaderas soluciones que sean capaces de generar un cambio.
La realidad es que esta transición de perspectiva ha sido impulsada en gran parte por los mismos consumidores y empleados, hoy en día la gran mayoría de las personas buscamos consumir y trabajar dentro de marcas que representen nuestros valores e ideales. Podemos ver el efecto de esta tendencia en datos como los que surgieron de la Encuesta de Responsabilidad Social Corporativa de Aflac del 2019 donde el 77% de los consumidores encuestados afirmaron estar “motivados por comprar de marcas comprometidas con mejorar el mundo”. Este es un claro ejemplo del poder que tiene el mercado sobre las empresas y su capacidad de moldear las decisiones que se toman en las mesas ejecutivas. A primera instancia podría parecer complicado pero es un hecho que las compañías que han aplicado estas restructuras han sido premiadas con la lealtad y apoyo incondicional de los individuos que las involucran. Dentro de un mercado tan competitivo como el que se desenvuelve actualmente, la ventaja que trae consigo el ser socialmente responsable es una oportunidad que no cualquiera empresa puede dejar pasar.
Siendo honestos, convertirse en una CRS (Compañia socialmente Responsables) no es el camino, implica mucho más trabajo y atención por parte del todo el equipo. Es necesario tener un mayor cuidado dentro de los procesos que involucran a nuestra empresa y asegurar que todas las personas involucradas cumplan con un estándar muy alto de calidad y responsabilidad. Es verdad, ser una empresa socialmente responsable es mucho más demandante y frecuentemente más costosa que la otra opción, sin embargo, esta es una inversión que suele resultar en un aumento de productividad y en un mejor desempeño financiero a largo plazo. El mercado empresarial ha comenzado a identificar estos patrones a partir de los cuales han comenzado a modificar sus procesos, como podemos ver en un informe del Governance & Accountability Institute donde se descubrió que el 86% de las empresas del índice S&P 500 publicaron informes de sostenibilidad o CSR (Compañía Socialmente Responsable) en el 2018, en comparación con menos del 20% en el 2011. El incremento en el porcentaje en el informe anterior sólo confirma nuestra teoría: la responsabilidad social dentro de las empresas va para arriba.
Después de ver todos los beneficios que trae consigo el ser una empresa socialmente responsable seguramente te querrás subir a la ola del impacto. We´ve got you. Ahí te van algunos tips que te ayudarán a encaminarte:
- Encuentra tu propósito: Es muy importante establecer cuál es el porqué de nuestra empresa y cómo podemos agregar valor a partir de lo que hacemos. Comenzar por hacer del propósito la base de la compañía y estar dispuesto a pasar el profit un segundo plano.
- Plan de acción: Crear un sistema claro y directo que toda la empresa comprenda y adopte para poder seguirlo día a día. Se trata de un plan que considere todas las áreas del modelo ESG para poder aplicarlo dentro de la empresa con el menor margen de error posible.
- Proveedores: Una vez que hemos comenzado a implementar cambios internos, es momento de evaluar todas las áreas externas involucradas con la empresa. Asegúrese de que nuestros proveedores conozcan y cumplan las expectativas de comportamiento responsable considerando pagos justos, procesos sustentables, materiales renovables, etc.
- Transparencia: Hoy en día existen muchas empresas adoptando la responsabilidad social, sin embargo, las que verdaderamente sobresalen son aquellas que dan a conocer sus iniciativas y muestran reportes con datos reales. El mercado no está buscando promesas, sino resultados.
- Donación estratégica: Apoya a las causas que sean significativas para su negocio. No se trata solo de donar, sino de retribuir a la sociedad a partir de iniciativas y proyectos que reflejen los valores de la nuestra marca y envíen un mensaje de quienes somos.
- Pide ayuda: Si todo esto suena muy abrumador y no sabes por dónde comenzar; únete con gente que domine el tema. En PYMO estamos comprometidos con ayudar a empresas como la tuya para convertirse en una socialmente responsable de la manera más auténtica y efectiva posible. Si estás buscando ser parte del cambio puedes agendar una cita con nuestro equipo aquí.