El social washing es un error bajo el cual muchas marcas actuales suelen caer, dándose a conocer a partir de promesas falsas a costa de perder la confianza de sus consumidores. Vamos a entender de qué van estas prácticas erróneas en la empresa y cómo podemos evitar el riesgo que pueden llegar a traer consigo.
QUE ES EL SOCIAL WASHING
Los días en los que las empresas podían hacer declaraciones fuertes sobre sus principios y valores, sin contar con las prácticas que los respaldan, se terminaron. En la actualidad, el mercado exige marcas que sean congruentes tanto con lo que dicen como lo que hacen, y mientras tanto, aquí estaremos para hacerlas responsables por cada movimiento que hagan. Es aquí donde entra el social washing: un término que cubre de manera general todas las actividades, o más bien inactividades, con las cuales las empresas aparentan ser más socialmente responsables de lo que en realidad son. Con esto nos referimos a esas empresas que realizan campañas enteras en pro de causas específicas sin siquiera intentar provocar un verdadero cambio.
Hablar de responsabilidad social te posiciona automáticamente en un estándar en el que se espera cierta concisa y proactividad por ser parte del movimiento. Debe existir un verdadero deseo por apoyar al medio ambiente, los derechos humanos, la igualdad de género, las oportunidades laborales, etc. Hoy en día nos encontramos con múltiples ejemplos de compañías que intentan darse a conocer como entidades mucho más éticas de lo que en realidad son, engañando a los consumidores con sus falsas implementaciones del modelo ESG.
EL RIESGO
Entonces ¿por qué está mal el social washing? Porqué no es verdad. Refleja una falta de transparencia por parte de la empresa, una cualidad que se ha vuelto indispensable para el éxito de cualquier marca. Construir confianza entre nuestros consumidores no es trabajo fácil, puede tomar años en lograrlo y perderse en un segundo.
En un principio tal vez suene ventajoso darse a conocer como una marca que comparte y apoya todos los conflictos actuales. Sin embargo, a la larga esto ha llegado a ser contraproducente puesto que en lugar de mejorar nuestra imagen lo único que provoca es un descontento general. Esto también suele resultar en un enorme impacto financiero, pasando de ser una oportunidad para convertirse en un riesgo.
CÓMO EVITARLO
Ya que estás advertido sobre las repercusiones que traen consigo estas prácticas, te damos algunos tips para no caer en social washing:
- Transparencia: Sin duda alguna este es de los más importantes, dar a conocer los funcionamientos internos de tu empresa y sus resultados son los pilares con los cuales se edifica la confianza entre tus consumidores.
- Autenticidad: No hay que caer en las soluciones generalizadas, las respuestas deben ser tan únicas como tu marca.
- Compromiso: No hagas promesas que no puedas cumplir, conoce tus capacidades y a partir de ellas realiza el cambio que tengas a tu alcance.
- Reflexión: Esto se trata de analizar constantemente los procesos que integran a tu empresa y cuestionarte cómo es que podrías mejorarlos.
Para nosotros en PYMO es prioridad dar a conocer el impacto que realizamos de manera real y transparente. Sabemos lo importante que es construir relaciones sólidas con todos clientes y colaboradores y lo logramos a partir de la confianza. Tener seguridad en que tu participación está teniendo verdaderos resultados y poder su efecto.
Si estás buscando ser parte del impacto social agenda una cita con nosotros aquí.