Actualmente nos enfrentamos a una etapa de la historia caracterizada por la transición, podemos identificar cambios en prácticamente cualquier aspecto de la sociedad. Hoy hablaremos específicamente sobre la transformación del mundo laboral a partir de los cambios sociales que han moldeado su futuro. Empecemos por reconocer el motor de este cambio, el cual, a grandes rasgos, se podría identificar como esa tendencia que tenemos los humanos por cuestionarnos todo. De pronto nos percatamos de los sistemas que hemos construido a lo largo de los años y comenzamos a preguntarnos qué tan eficientes son, ahora; estamos retando a los sistemas educativos, sociales y laborales buscando encontrar aquellos que se alineen más con quienes somos. Por que la cosa es que nosotros también hemos cambiado, hoy en día buscamos trabajos que nos permitan encontrar un balance entre nuestra vida personal y nuestra vida laboral y pretendemos ser parte de empresas que nos permitan lograrlo. Es a partir de la falta de adaptabilidad por parte de muchas marcas que prefieren mantenerse dentro de las prácticas empresariales tradicionales que el mundo laboral ha comenzado a reestructurarse. Cada vez más vemos a personas comenzando negocios a su manera, con sistemas que les funcionan y productos y servicios en los que verdaderamente creen. El boom del emprendimiento ha abierto las puertas a nuevas oportunidades y ha provocado una reflexión respecto a los sistemas que nos rigen.
Dentro del mundo del emprendimiento un elemento fundamental para su desarrollo son las mujeres (obviamente). La importancia de la participación femenina dentro del emprendimiento recae en la naturaleza del mismo; emprender se trata de identificar necesidades dentro de un mercado y generar ideas que sean capaces de satisfacerlas, existen necesidades que son exclusivas para la perspectiva de una mujer y viceversa. Esto es especialmente importante cuando se reconoce que los mejores negocios suelen surgir de individuos que buscan soluciones a sus propios problemas, lo cual proporciona un punto de vista único y realista. Según datos del INEGI, únicamente el 19% de los emprendedores en México son mujeres, de las cuales el 49% tienen entre 18 y 34 años y el 41% tiene entre 35 y 54 años. De la misma encuesta, se obtuvo que las motivación que tienen las mujeres mexicanas para emprender son en un 29% con el fin de obtener independencia, un 20% buscando aumentar su calidad de vida y un 20% por gusto propio. Estas cifras son relevantes puesto que reflejan el contexto bajo el cual se han desarrollado los emprendimientos, un contexto impulsado por la necesidad más allá del gusto.
Por otro lado, las mujeres dentro del mundo del emprendimiento son un tema de conversación muy interesante puesto que, al igual que muchas otras cosas en la vida, su proceso de funcionamiento se diferencia en muchos aspectos al que es implementado comúnmente por los hombres. Por ejemplo, los planes de negocio desarrollados por mujeres suelen ser mucho más sólidos y estables dado que son realizados con mayor minuciosidad. Esto se ve reflejado al momento de buscar canales de financiamiento en estudios como el que fue realizado por Women ‘s Entrepreneurship Report del 2019 donde se establece que de 100 mujeres que solicitan un préstamos para invertir en su empresa el 99% de ellas salda su deuda por completo. Otro aspecto muy importante que nos diferencia en el mundo laboral serían los hijos, todavía al día de hoy, especialmente en México, se mantiene una perspectiva de la mujer como un ser por naturaleza maternal. Por lo general, dentro de una familia cuando llega el momento de elegir entre trabajar o cuidar a los hijos las mujeres de la casa suelen verse más inclinadas a abandonar su vida laboral. Vivimos en una época en la que, a falta de roles de género igualitarios en la familia, las mujeres se ven obligadas a jugar el papel de madre y trabajadora simultáneamente.
Las mujeres en México son quienes generan un 37% del PIB nacional, su participación en la economía del país es fundamental para nuestro desarrollo. Para que exista un verdadero crecimiento en el país es fundamental promover el empoderamiento económico de las mujeres a través de programas que impulsen y protejan a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). En PYMO hemos visto de primera mano lo que tres mujeres con una idea son capaces de hacer, con nuestras founders Andi, Pao y Fer, quienes se aventuraron a emprender para cambiar el mundo.
- https://www.inegi.org.mx/
- https://www.gemconsortium.org/file/open?fileId=50405