El home office no es para todos, pero en el último año y medio la gran mayoría hemos tenido que adaptarnos a este estilo de trabajo. Las empresas se han visto obligadas a implementar nuevos procesos dentro de sus políticas internas para poder asegurar el desempeño de sus empleados. ¿Cuál será el impacto de la pandemia en la industria laboral? y ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que trae consigo el cambio? Son algunas de las interrogantes que desarrollaremos.
Una vez más hablaremos del impacto que ha tenido la pandemia en nuestras vidas, sobre su influencia en la reestructuración del futuro que nos espera. Sin embargo, ahora nos enfocaremos en un aspecto que prácticamente cualquier adulto experimento: un nuevo entorno laboral. Ya sea que hayas seleccionado el comedor, tu cama o un escritorio para desempeñar tus obligaciones laborales, lo que todos tuvimos en común durante este proceso fue un imperativo por adaptarnos. Transicionar en hacer de un espacio que en nuestras mentes estaba delimitado para el descanso hacia un lugar de trabajo (simultáneamente con muchas otras actividades). Creo que todos podríamos estar de acuerdo en que este no ha sido un cambio fácil de implementar, no obstante, ha sido sumamente productivo. Digo productivo en el sentido de reflexión, puesto que el homeoffice nos ha empujado como sociedad a preguntarnos: ¿Qué tan efectivos son nuestros sistemas laborales?
La crisis sanitaria nos amplió la vista, trayendo consigo una nueva perspectiva de cómo podrían ser las cosas. La realidad es que el sistema laboral tradicional que hemos utilizado por los últimos años está fuertemente influenciado por los elementos estructurales de una fábrica. Hasta hoy en día, la gran mayoría de las empresas han basado sus procesos y organización en aquellos que fueron desarrollados durante la revolución industrial, esto se puede ver reflejado en elementos que van desde el acomodo de las oficinas hasta la relación tiempo/productividad con la que se establece el estándar del horario laboral 9 to 5. Es a partir de esto que las oficinas han cobrado cada vez menos sentido puesto que implican una enorme inversión financiera que probablemente podría ser prevenida. Para la mayoría de las empresas esta ha sido una transición inevitable ya que tanto la tecnología como los mismos empleados han hecho del trabajo remoto la opción más conveniente.
Ahora bien, tomado todo lo anterior en consideración, analicemos cual es el papel que juegan las empresas dentro del cambio. No olvidemos que, a pesar de no estar dentro de un lugar físico laboral, sigue siendo responsabilidad de la junta directiva crear un espacio y sistema que promueva la efectividad de sus empleados. Es a partir de esto que el área de Gobernanza dentro del modelo ESG se ha convertido en un elemento de suma importancia para el desarrollo de las empresas ante la pandemia (si necesitas una refrescada del tema checa este blog post). A grandes rasgos la gobernanza se encarga de examinar la estructura, los procedimientos y las prácticas con las cuales se guía la compañía, lo cual significa que ante evento tan transformativo como lo pandemia, es obligación de la empresa reevaluar todos los elementos que la integran y adecuarlos a la situación. Estas modificaciones fueron desde la suministración de mobiliario hasta el surgimiento de juntas diarias para crear canales de comunicación.
El home office no es para todos, en algunos aspectos este nuevo sistema trajo consigo muchos cambios positivos, pero tal vez a la larga no todo tenga el mismo efecto. Ahi te van algunas de las ventajas y desventajas que encontramos:
VENTAJAS
- Flexibilidad: Uno de los beneficios más grandes del home office es la capacidad de organizar tus propios tiempos y (comúnmente) la efectividad que esta posibilidad brinda. Esto ha permitido que cada individuo adecue sus tiempos laborales como a cada quien le funcione mejor.
- No más transporte: No tener que moverte de lugar para trabajar ahorra mucho tiempo en tu día, especialmente considerando si vives en una ciudad con mucho tráfico como es el caso de la CDMX. Esto no solo ha ayudado a no perder tiempo, sino que también a no perder dinero en gasolina o transporte público.
- Innovación: A partir del trabajo remoto las empresas han incrementado su capacidad por innovar en sistema y por encontrar nuevas formas de solucionar problemas, acompañado por un enorme desarrollo tecnológico.
- Es más barato: Implica un ahorro económico para las empresas puesto que han dejado de pagar por oficinas, materiales, servicios de espacio, etc.
DESVENTAJAS
- Aislamiento: Gran parte de la experiencia laboral es el networking, lo cual en este caso se ha visto sumamente limitado por la tecnología. Las interacciones laborales han perdido naturalidad y por ende efectividad, por lo que el trabajo en equipo puede no ser tan fácil como solía serlo.
- Distracciones: No contar con un espacio que está asociado específicamente con trabajo puede resultar en la pérdida de atención. Dentro de una oficina tal vez te distraigas con café o una platica, pero en tu casa las distracciones van desde los platos sucios hasta la comida del día.
- Overwork: Aunque para algunas personas el homeoffice implique más tiempo libre para otras esto ha provocado más trabajo. Se ha borrado la línea de las horas laborales y habrá muchos individuos que no sepan poner un límite.
- Áreas complicadas: Este experimento social nos ha enseñado que algunas cosas son difíciles de cultivar en línea como cultura corporativa y creatividad.
No podemos predecir por seguro el futuro de la industria laboral, pero de lo que no nos cabe duda; es del cambio inminente en sus sistemas, y de la importancia que tendrá una buena gobernanza dentro de la empresa para que esto pueda ocurrir de manera óptima. La pandemia nos ha permitido presenciar cómo es que las compañías reaccionan ante la adversidad y su capacidad por generar cambios que beneficien a todos los involucrados. El juego está cambiando, y es un hecho que las empresas con políticas internas efectivas de la mano con la tecnología podrían hacer del homeoffice una realidad cada vez más accesible aún fuera de la pandemia.